Estas polémicas actuaciones en el fútbol balcánico impidieron que esta generación de jóvenes talentos del club mostrase todo su potencial en Europa. El Vardar, que no habían sido castigado con esos seis puntos, ganó el título, y participó en la Copa de Europa 1987-88. Sin embargo, después de una serie de apelaciones y demandas judiciales que eventualmente llevaron a la Corte Constitucional Yugoslava, la tabla clasificatoria final de la temporada 1985-86 acabó con el Partizán como campeón, reconocido oficialmente a mediados de 1987. Además, la deducción de puntos de la temporada 1986-87 fue anulada, y el título fue dado al Partizán, quien encabezó la clasificación sin la deducción.