Fue un movimiento de origen afroamericano, circunscrito a sectores marginados socialmente, por lo que rechazaban la alta costura y las grandes firmas. Esta cultura influyó en los llamados b-boys -bailarines de breakdance-, así como a los artistas callejeros del grafiti, que se caracterizaron por el uso de pantalones y camisetas holgados. Con el tiempo y el éxito, numerosos artistas hip-hop cobraron un creciente gusto por la extravagancia -abrigos de piel, zapatos de piel de cocodrilo- y el uso de abundantes joyas -conocido como bling-bling-, sobre todo cadenas de oro y diamantes.