En especial, las figuras de nereidas ganaron una gran popularidad e influenciaron al arte producido con posterioridad a todo lo largo del Mediterráneo. Como símbolo del alma liberada, su representación pasó a ser un motivo ornamental frecuente en diversas técnicas artísticas, desde la pintura y la escultura hasta las joyas, camafeos, vasos y copas cerámicos, cofres, sarcófagos, etc. En las campañas 1995-96 y 1998-99 consigue su cota más alta hasta el momento, al quedar subcampeón de Liga tras caer en la final frente al F. C. Barcelona en ambas ocasiones, disputando la máxima competición continental (la Euroliga) durante la temporada siguiente.