Durante la campaña, se convirtió en el primer jugador que marca más de 50 goles en tres de las grandes competiciones del fútbol mundial: la Serie A italiana, LaLiga española y la Premier League inglesa. A pesar del éxito, los caminos del Wolfsburgo y el entrenador fueron por caminos separados, ya que Labbadia no quería extender su contrato que expiraba.