Dado que Real Unión y Real Sociedad mantenían una supremacía abrumadora en el campeonato guipuzcoano, esto les garantizó en la práctica participar a partir de esa edición todos los años en el campeonato nacional. A partir de la edición de la Copa del Rey de Fútbol 1926, la competición quedó abierta también a los equipos subcampeones de los campeonatos regionales. En la temporada 1927-28 la Real perdió el campeonato regional, pero en cambio logró, tras años fallando en el empeño, cuajar una gran campaña en la Copa del Rey de Fútbol.