Su patrocinio en el conjunto teutón duró hasta 1985, cuando descendieron a Segunda. Este simbolismo fue excelentemente tratado por Botticelli en sus dos principales obras: La primavera (1481-1482) y El nacimiento de Venus (1484). Para ello se inspiró en los pocos restos de obras clásicas que tenía a su alcance, algunos sarcófagos, joyas, relieves, cerámicas y dibujos, equipacion real madrid y creó un arquetipo de belleza que sería identificado como el ideal clásico de belleza desde el Renacimiento.