Pese al desencanto inicial de la afición con el juego practicado, la fortaleza defensiva del equipo y el rendimiento en la segunda vuelta del campeonato del delantero egipcio Mido (cedido por el Ajax de Ámsterdam en el mercado invernal), permitieron que al finalizar la temporada el Celta lograse un histórico cuarto puesto, camiseta del real madrid que otorgó una plaza para disputar la Liga de Campeones al equipo vigués por primera vez en su historia.