Banks y Solander se dedicaron esos días a recorrer los alrededores de Funchal y, a pesar de que no es la época del año más propicia, recolectaron 246 muestras de plantas. Cuando por fin pudieron recuperar el rumbo y anclar en Funchal el cónsul británico ya se había quejado al gobernador de lo que había sucedido pidiendo que el oficial al mando del fuerte pidiera perdón al teniente Cook si éste así lo requería, cosa que al final no hizo.